Los rostros de los adoradores parecen transformados por el llamado esotérico a la posesión. El gong de los Atabales suena más fuerte. El olor a selva invade el lugar de culto. Crece el canto en lengua lucumí: La ceremonia resuena al son de los “atabales” (pandereta que se toca en https://reidpgrcq.onzeblog.com/30981686/el-bembé-menú-colombiano-options